Capitulo 8 -Romper esquemas, su especialidad.La de sus labios, claro.

-Mamá no te entiendo nada. Vamos por partes, tranquilizate.-Sus ojos se llenan de lágrimas, le falta el aire, y se sienta en una silla de madera- ¿Pero, está bien? ¿Está grave?  Iré para allá en cuanto salga el primer vuelo.
Todo empieza a moverse rápidamente, su corazón está tan triste que va lento. Apenas puede contenerse al ver un espejo cerca, ¿Tenía que pasar ahora? ¿Tenía que ser justo ahora, cuando todo iba bien?
Coge su preciado Apple , y busca " Billetes de avión última hora hacia España" , no para de sentir como el mundo se le cae encima.
Mira El País uno de los periódicos de España, y allí, en sucesos está la historia de su padre.
En el reportaje describí más o menos el accidente, iba a enviar una carta por el correo oficial de la comunidad que estaba a 5 km de su casa , y un ladrón de bancos iba con el coche cerca de él, al haber un ceda el paso, el ladrón se lo saltó cosa que el padre de Cristal no hizo, y se chocó con él. En el golpe, el peugeot 206 de el padre de Cristal dio un par de vueltas de campana.
El ladrón había muerto en el acto, su padre estaba en la UVI muy muy grave. Las lágrimas de sus ojos le rasgaban la piel, la desnudaban, la hacían sentir indefensa, ante un montón de leones muertos de hambre esperando que pestañeara.
Todo, todo lo que había pensado, todo lo que tenía planeado... Todo, a la mierda. Por ese hijo de puta que se saltó el ceda el paso. ¿Es que acaso había hecho ella algo tan malo para que le hicieran eso justo ahora?
Vuelo en 4 horas , solo hay disponibles 3 plazas y valen un pastón. Pero, no tiene opción, saca la tarjeta de crédito, pone los números, y le da a Buy.
Baja corriendo a la piscina climatizada del hotel, allí está, su cuerpo mojado... Cayéndole gotas por su torso desnudo, y resbalando en sus abdominales... Sus labios húmedos, y su mirada de competición, que desafiaría al mismísimo Néptuno. Si no fuera porque el momento no era el propicio, allí mismo le hubiera arrancado el bañador, y le hubiera hecho el amor, tan salvajemente como su ternura le hubiera hecho posible hacerlo...
Sus lágrimas se apresuraron a otra vez aguar el día, y se decidió. Su ropa era clara, pero no le importó lo más mínimo.
Se tiró, en bomba, porque no se sabía tirar de cabeza. La ropa se le pegaba al cuerpo por partes y por otras se hacían pompas de aire. Parecía que en en nadar hacía él se le iba la vida... Seguía llorando , pero por el agua no se notaba que cada lágrima que caía la seguía desgarrando.
Llegó a él, como buenamente pudo. Se acercó, jadeando. Le miró a los ojos, le besó.
-Me tengo que ir, lo siento, Alex te quiero.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque mi padre a tenido un accidente de coche muy grave, él está en la UVI y yo tengo que ir a verle.
-Por favor, no...
-¿Y si se muere? ¿Cómo puedes ser tan egoísta... ?
-Lo siento, es pensar que te me vas, y ... Me vuelvo loco.
Le mira, y su mirada lo dice todo. No quiere dejarla marchar. No puede dejarla marchar.
-Ven conmigo, volveremos, lo prometo... Ven conmigo.
-No puedo, no puedo dejar todo esto, este hotel es mío, todos los hoteles que tienen el mismo nombre son míos, y tengo que trabajar. Si no esto se irá a pique, y no puedo, lo siento...
Salen del agua, ella tirita, no se sabe bien si por el frío, o por el miedo a que no se vuelvan a encontrar.
-Yo me tengo que ir en unas 3 horas y media , o así, solo quiero decirte algo...
-¿Qué?
-Bello, incontreremo di nuevo. Si las cosas van bien, volveré, lo prometo. Te quiero.
-Por favor, Cristal, no me dejes.
-Debo irme.
-Lo comprendo, pero no quiero. Yo te quiero, te amo de verdad.
Un beso que hubiera roto los esquemas del amor imposible, de la razón, de la pasión.

Un beso, un amor, para que nadie logre olvidar.