lunes, 5 de septiembre de 2011

Capitulo 7-Todo se desvanece cuando se besan.

¿Nuevo significado de la noche? Llorar, lágrimas de rabia, de dolor, de adrenalina, lágrimas entre besos de falsa pasión, y evitando caricias que solo parecen insultos.
-No tienes por qué hacer nada que no quieras. Te conozco de una noche, y ya sé lo que pasa.
-Pero, yo quiero.- Dijo cogiéndose a su cuello demasiado fuerte-Me gustas.
-Para, no quieres... Es todo por Alex, ¿Verdad?
-Sí...
-Vamos a tomar una copa, y cuéntame todo lo que te preocupa, puede que no te sirva como novio, o polvo de una noche, pero sí como amigo.
-Gracias.
Sonrieron, él la cogió de la mano y la llevó al baño, donde la abrazó, y le pasó una toalla. La hizo reír y la llevó al bar : Olé.
-¡Qué original...!-Dijo ella con sarcasmo- Vengo a Italia y voy a beber a un bar español, soy la comedia personal de Dios...
-Cuéntame.
Antes de poder contestar vio pasar el coche de Alex , bueno el que alquiló, ella estaba dentro, aunque no parecían contentos, parecían buscar a alguien. Miraron el coche de Fabio, y pararon. ¿Cómo podían saber que era su coche? ¿Le habían seguido desde el hotel, o le habían pillado la matricula?
Se puso en pie, y apenas le dio tiempo a llevarse la caña a los labios, entró Alex muy rápido, y muy sofocado...
-Por favor, Cristal, ven.
-¿Para qué? -Se le estaban volviendo a llenar los ojos de lágrimas, aunque en este caso no se sabía si era por el colocón que llevaba ya, entre todo lo que había bebido, o por la rabia de ver que él seguía intentando explicar cosas que con verlas eran evidentes- No me apetece hablar contigo, nunca más.
-Mira, tú te has besado con otro porque te ha dado la gana, yo he sido besado.
-Antes no hablas tan bien español.
-Si que lo hablaba bien, pero me gusta más poner palabras italianas, porque así me aseguro de no equivocarme.
-Ah, bueno, Fabio y yo , nos íbamos ya, ciao-Espetó con una enfasis fuera de lo corriente en la palabra Fabio, y también un poco en la palabra ciao- Vamos Fabio, por favor, no quiero verlos juntos otra vez.
-Mira, Cristal, esa chica no es más que Sopphia, mi ex novia, con la que apenas tengo relación, y si la tengo es por el trabajo.
-No parecía eso cuando su lengua te tocaba la campanilla...
-Estaba algo borracha, y sigue enamorada de mí, porque la dejé yo, y eso le molestó, ahora no me deja tener una relación tranquilo. Es una loca.
-¿Y por qué debería creerte?
-Porque estás dudando, y  al hacerlo estás demostrando que algo confías en mí.
-Demuéstrame que puedo confiar en ti, en tus palabras.
-Si no fuera verdad, no te estaría siguiendo, con las luces apagadas por mitad de la carretera, no estaría apuntándome matriculas de un chaval que no conozco, no estaría aquí. No la llevaría en el coche para que te diga la verdad de todo, y puedes llamar a quien quieras.
Cristal, estoy enamorado de ti, nos conocemos de muy poco, y quizás diciendo esto, esté tirando esto por tierra, pero te quiero, sí, te amo. Y me importa una mierda Sopphia, me importa una mierda el mundo, solo quiero besarte.
Cristal rompió a llorar, Fabio pasó por su lado, la besó en la mejilla,  y le dijo algo al oído, la abrazó, le dio su tarjeta y se marchó.
Ella sonrió, miró a Alex, y corriendo fue a abrazarlo, le besó.
-Vale, nos conocemos de poco, pero te amo, sí, sin más ni menos. Pero te quiero, te quiero conmigo. Júrame que no estás con esa. Júralo.
-Te lo juro, principessa.
Y otra vez pasó, el suelo dejó de estar donde debía, la luz, se convirtió en miles de puntitos,  la gente, el sonido, el ruido, todo desapareció. Solo quedaron ellos, desnudando su alma, una lágrima seguía surcando la mejilla izquierda de Cristal. Pero no era de tristeza, si no de felicidad. Él le cogió de la mano , la apretó contra su pecho, y le hizo sentir los latidos de su corazón. Iban rápidos, pero parecían decir algo, parecía que iban a salir de su pecho, porque un imán increiblemente fuerte le atraía al de ella, sonrieron.
Habían sido pocas horas, pero se habían hecho eternas, los besos eran fuertes, dulces, apasionados, llenos de locura, de devoción , de sinceridad. Y lo más importante de Amor. De ese que es de verdad, del que no puedes mentirle, del que no puedes huir.
" El amor es como un rayo, no se sabe donde cae, hasta que ha caído"
Y este rayo era el más fuerte de todos, el más poderoso. De echo un destello salió de sus ojos al mismo tiempo. Quizás, eso a lo que llaman para siempre, solo se vea una vez, y sea en los ojos de la otra persona, pensaba Alex, mientras no era capaz de dejar de mirarla.
Después de su demostración de amor, se sentaron en las mesas de afuera, Sopphia ya no estaba en su coche, y el coche de Fabio había huido de allí. Quizás con ella. Pobre.
Un sonido la interrumpió de su mundo de pitufos de colores, era una guitarra española, flamenco.
Nunca le había parecido tan precioso, que escuchándolo mirando los ojos de alex ilusionado con esa música  que había escuchado en muy pocas ocasiones.
Al día siguiente llamó a Fabio.
-No, ¡No me digas que te has tirado a esa! Me decepcionas...
-Jajaja, joder con la españolita.
-Espera, me están llamando , ¡¡Adios!!

Cuelga y rápidamente coge el móvil a su madre...
-¡Mamá! ¿Cómo estás? ¡Tengo tantas cosas que contaros!-Su madre la interrumpe- ¿Qué? Mamá ¿Qué ha pasado? ¿Qué papá qué?  

2 comentarios:

  1. Vale, explicame de una vez, como leches consigues escribir tan bien.. jajajajajaja (L)

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  2. esto es una historia real?

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