Pasaban los minutos. Tan lentos que casi parecían horas... Él estaba a punto de llegar, a punto de entrar por esa puerta y ver en sus ojos que su voz impasible era un puto farol. Cristal estaba a punto de ver que todo lo que había luchado se podía ir a la mierda en un minuto... ¿Un minuto? En un segundo.
-Tranquilízate.
-No, si yo estoy muy tranquila. ¿Estoy guapa? Sé sincero, por favor.
-Cristal.-Ismael se reía mientras Helena la miraba divertida. -Estás muy guapa, relájate, por Dios.
-¡No puedo! Va a venir, y me va a ver. Y yo... Yo... A mí me está dando un infarto. ¡Es eso! ¡Yo no estoy nerviosa!
-Vale, vale.-La miró asustado el pobre, después se dirigió a su chica.- Cariño, ¿Tengo seguro de vida, no?
-Calla, tonto. - Helena intentó elevar la voz sin gritar para llamar a Cristal. Dio resultado.-¡TÚ, LA QUE MUEVE EL PANDERO POR TODA MI PANTALLA! Escúchame, estás preciosa, y ni siquiera se merece que te pusieras una gotita de "gloss" por él, ¿Entiendes?
-Supongo.
-Vale, escucha. Va a venir, vas a hacer lo que sientas y no te vas a arrepentir, porque el cabrón de Luis/Lucas a parte de dar un poquito de mal royo es un mentiroso.
-Tía, puede ser todo una equivocación...
-Quizá lo sea.
-Sí.
-O quizá no.
-Eso me da miedo, mucho miedo.
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Salvados por la campana, o quizá en ese momento no.
-¿Sí? .... Claro, sube Álex.
-Dios mío.
-Relájate.
-No puedo, ese chico tiene la habilidad de hacerme temblar y todavía no está ni delante de mí. ¿Cómo quieres que me tranquilice?
-Vale, tienes razón. Pues que te de un ataque, hija de mi vida.-Respondió con una sonrisa de oreja a oreja Ismael.
-Te odio.
La puerta se abrió, y entró. Entró con su americana negra, sus vaqueros oscuros y una camiseta blanca con cuello de pico. Entró con esos ojos esperanzados, con ese olor a melocotón, y con esa inseguridad que pretendía ser escondida. Entró con esa sonrisa miedosa, con esa voz y sobretodo con todo ese pasado que todavía no podían considerar pasado ninguno de los dos.
Un momento de silencio, miradas que se cruzaron y Helena e Ismael esperando ansiosos lo que fuera.
-Lo siento. Es la última vez que voy a decirlo porque sé que no basta con palabras y que es estúpido repetir lo mismo tantas veces.
-Vale.
Y todo volvió a quedar en silencio otro segundo. La tensión era tan sumamente densa que era prácticamente un puré de patas en el aire.
Álex dio un paso en falso hacia delante. Cristal se abalanzó hacia sus brazos. Se abrazaron muy muy fuerte, todo lo que fue necesario. Álex se acercó a sus labios, y Cristal se alejó suavemente de ellos.
-Todavía no estoy preparada.-Susurró.
-Vale, y ahora que el reencuentro ha concluido. -Dijo desde la pantalla Helena.- A ver, me puedes explicar ¿De qué vas? Porque puede que en tu mundo de pijillo con derecho a hacer lo que te de la gana no pase nada pero, ¿Te crees que todo gira como tú quieres? Solo te voy a decir una cosita: Esta es la última vez que veo a Cristal sentir de la manera que lo ha hecho que te hayas ido y tenga miedo a que puedas y no quieras volver. Por una sencilla razón la próxima vez que te vayas no podrás volver, juro que te mataré. Capicci?
-Mi castellano es bueno, pero no tanto... Aunque descuida. Sé que me odias, y no te niego el derecho a hacerlo.
-Faltaría más.
-Cariño, vale ya , lo ha entendido.-Dijo Samuel con voz conciliadora.
-A ver si en vez de una tumba voy a tener que cavar dos.-Espetó Helena con una voz que indicaba claramente que lo que decía era verdad.- Y ahora, cuéntale lo que te ha hecho el querido Lucas.
-¿Qué? ¿Qué te ha hecho? ¿Te ha pegado? -Dio una milésima de segundo para que Cristal negara con la cabeza.-Sabía que no era de fiar.
-No es por nada, sé que no es de fiar por los hechos, pero tú... ¿Tú en qué te basas? ¿En que él estuvo aquí mientras tú me hiciste pedazos? ¿En que él si se arriesgó? ¿En qué, Álex,en qué coño te basas?
Cristal había comenzado a llorar de nuevo. La postal de los tres y el ordenador discutiendo era un poco ridícula cuanto menos , pero sobretodo era desesperante.
-Menos mal que había pasado la tormenta...-Soltó bajo pero lo suficientemente para que se oyera Helena.
-Me baso en que lo he buscado por internet.
-¿Y?
-Absolutamente nada.
-Hay gente que no pone cada uno de sus pasos en internet, se suelen llamar gente con vida social normal, ¿Sabes lo que es?
-Cristal, para ya. Por favor.-Dijo Samuel, tan desesperado que no podía hacer otra cosa que mover el pie arriba y abajo intentando tranquilizarse.
-Sí, sé lo que es. Pero búscate, seguro que hay algún dato. Tu colegio o tu instituto, aunque sea tu nombre en Facebook.
-Pero Lucas tenía Facebook.
-Pues se lo ha debido borrar hace un par de horas porque lo he buscado en Google.
-¿Cómo sabes su apellido?
-Tengo a algunas personas que pueden hacerme esas cositas.
-Un hombre de contactos.-Soltó irónica Helena.-Bueno, aligerando que tengo sueño, cuéntalo por favor.
Y Cristal repitió prácticamente las mismas palabras que había dicho a su amiga, y su amiga a su novio.
Después se sentó en el sofá, respiró hondo y concluyó con un:
-Si yo tenía que haber nacido planta...Reproducirme por esporas y no enamorarme. Un cactus raro con flor me hubiera gustado ser.
-Yo te veo más como una orquídea.
-A las orquídeas la gente se acerca, a los cactus no.
Los 4 rieron, no se supo nunca si por la presión, si por el momento, o si es que realmente tenía gracia.
Helena e Ismael se fueron a dormir, pero antes Ismael sacó un colchón de sobra al salón y les dio sábanas limpias.
-Podéis hacer lo que queráis, duermo con tapones porque una señorita no presente ahora mismo ronca más que mi abuelo el del pueblo.-Casi suspiró Ismael con cara de resignación.-Si alguna vez decís que he dicho esto, lo negaré y juraré por mi vida. Buenas noches.
Álex se dirigió al sofá, Cristal se tumbó en la cama.
-Puedes venir aquí. Cabemos los dos.
-¿Qué vas a hacer?
-Por ahora dormir.
-¿Y con Luis? Digo Lucas...Digo el sujeto X.
-No lo sé. No tengo ni idea. Solo sé que lo que fuera que hemos tenido, se acabó. Y bueno... Tú y yo...-Álex la interrumpió.
-Es demasiado pronto para un tú y yo, pero en cualquier caso, me gusta más que pienses en tú y yo como un nosotros.
-Álex..
-¿Sí?
-Buenas noches.
-Made for angels.-Susurró Álex en un perfecto inglés.
-¿Qué?
-Hecho por los ángeles.
-¿Qué está hecho por los ángeles?
-Este momento.
-Tranquilízate.
-No, si yo estoy muy tranquila. ¿Estoy guapa? Sé sincero, por favor.
-Cristal.-Ismael se reía mientras Helena la miraba divertida. -Estás muy guapa, relájate, por Dios.
-¡No puedo! Va a venir, y me va a ver. Y yo... Yo... A mí me está dando un infarto. ¡Es eso! ¡Yo no estoy nerviosa!
-Vale, vale.-La miró asustado el pobre, después se dirigió a su chica.- Cariño, ¿Tengo seguro de vida, no?
-Calla, tonto. - Helena intentó elevar la voz sin gritar para llamar a Cristal. Dio resultado.-¡TÚ, LA QUE MUEVE EL PANDERO POR TODA MI PANTALLA! Escúchame, estás preciosa, y ni siquiera se merece que te pusieras una gotita de "gloss" por él, ¿Entiendes?
-Supongo.
-Vale, escucha. Va a venir, vas a hacer lo que sientas y no te vas a arrepentir, porque el cabrón de Luis/Lucas a parte de dar un poquito de mal royo es un mentiroso.
-Tía, puede ser todo una equivocación...
-Quizá lo sea.
-Sí.
-O quizá no.
-Eso me da miedo, mucho miedo.
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Salvados por la campana, o quizá en ese momento no.
-¿Sí? .... Claro, sube Álex.
-Dios mío.
-Relájate.
-No puedo, ese chico tiene la habilidad de hacerme temblar y todavía no está ni delante de mí. ¿Cómo quieres que me tranquilice?
-Vale, tienes razón. Pues que te de un ataque, hija de mi vida.-Respondió con una sonrisa de oreja a oreja Ismael.
-Te odio.
La puerta se abrió, y entró. Entró con su americana negra, sus vaqueros oscuros y una camiseta blanca con cuello de pico. Entró con esos ojos esperanzados, con ese olor a melocotón, y con esa inseguridad que pretendía ser escondida. Entró con esa sonrisa miedosa, con esa voz y sobretodo con todo ese pasado que todavía no podían considerar pasado ninguno de los dos.
Un momento de silencio, miradas que se cruzaron y Helena e Ismael esperando ansiosos lo que fuera.
-Lo siento. Es la última vez que voy a decirlo porque sé que no basta con palabras y que es estúpido repetir lo mismo tantas veces.
-Vale.
Y todo volvió a quedar en silencio otro segundo. La tensión era tan sumamente densa que era prácticamente un puré de patas en el aire.
Álex dio un paso en falso hacia delante. Cristal se abalanzó hacia sus brazos. Se abrazaron muy muy fuerte, todo lo que fue necesario. Álex se acercó a sus labios, y Cristal se alejó suavemente de ellos.
-Todavía no estoy preparada.-Susurró.
-Vale, y ahora que el reencuentro ha concluido. -Dijo desde la pantalla Helena.- A ver, me puedes explicar ¿De qué vas? Porque puede que en tu mundo de pijillo con derecho a hacer lo que te de la gana no pase nada pero, ¿Te crees que todo gira como tú quieres? Solo te voy a decir una cosita: Esta es la última vez que veo a Cristal sentir de la manera que lo ha hecho que te hayas ido y tenga miedo a que puedas y no quieras volver. Por una sencilla razón la próxima vez que te vayas no podrás volver, juro que te mataré. Capicci?
-Mi castellano es bueno, pero no tanto... Aunque descuida. Sé que me odias, y no te niego el derecho a hacerlo.
-Faltaría más.
-Cariño, vale ya , lo ha entendido.-Dijo Samuel con voz conciliadora.
-A ver si en vez de una tumba voy a tener que cavar dos.-Espetó Helena con una voz que indicaba claramente que lo que decía era verdad.- Y ahora, cuéntale lo que te ha hecho el querido Lucas.
-¿Qué? ¿Qué te ha hecho? ¿Te ha pegado? -Dio una milésima de segundo para que Cristal negara con la cabeza.-Sabía que no era de fiar.
-No es por nada, sé que no es de fiar por los hechos, pero tú... ¿Tú en qué te basas? ¿En que él estuvo aquí mientras tú me hiciste pedazos? ¿En que él si se arriesgó? ¿En qué, Álex,en qué coño te basas?
Cristal había comenzado a llorar de nuevo. La postal de los tres y el ordenador discutiendo era un poco ridícula cuanto menos , pero sobretodo era desesperante.
-Menos mal que había pasado la tormenta...-Soltó bajo pero lo suficientemente para que se oyera Helena.
-Me baso en que lo he buscado por internet.
-¿Y?
-Absolutamente nada.
-Hay gente que no pone cada uno de sus pasos en internet, se suelen llamar gente con vida social normal, ¿Sabes lo que es?
-Cristal, para ya. Por favor.-Dijo Samuel, tan desesperado que no podía hacer otra cosa que mover el pie arriba y abajo intentando tranquilizarse.
-Sí, sé lo que es. Pero búscate, seguro que hay algún dato. Tu colegio o tu instituto, aunque sea tu nombre en Facebook.
-Pero Lucas tenía Facebook.
-Pues se lo ha debido borrar hace un par de horas porque lo he buscado en Google.
-¿Cómo sabes su apellido?
-Tengo a algunas personas que pueden hacerme esas cositas.
-Un hombre de contactos.-Soltó irónica Helena.-Bueno, aligerando que tengo sueño, cuéntalo por favor.
Y Cristal repitió prácticamente las mismas palabras que había dicho a su amiga, y su amiga a su novio.
Después se sentó en el sofá, respiró hondo y concluyó con un:
-Si yo tenía que haber nacido planta...Reproducirme por esporas y no enamorarme. Un cactus raro con flor me hubiera gustado ser.
-Yo te veo más como una orquídea.
-A las orquídeas la gente se acerca, a los cactus no.
Los 4 rieron, no se supo nunca si por la presión, si por el momento, o si es que realmente tenía gracia.
Helena e Ismael se fueron a dormir, pero antes Ismael sacó un colchón de sobra al salón y les dio sábanas limpias.
-Podéis hacer lo que queráis, duermo con tapones porque una señorita no presente ahora mismo ronca más que mi abuelo el del pueblo.-Casi suspiró Ismael con cara de resignación.-Si alguna vez decís que he dicho esto, lo negaré y juraré por mi vida. Buenas noches.
Álex se dirigió al sofá, Cristal se tumbó en la cama.
-Puedes venir aquí. Cabemos los dos.
-¿Qué vas a hacer?
-Por ahora dormir.
-¿Y con Luis? Digo Lucas...Digo el sujeto X.
-No lo sé. No tengo ni idea. Solo sé que lo que fuera que hemos tenido, se acabó. Y bueno... Tú y yo...-Álex la interrumpió.
-Es demasiado pronto para un tú y yo, pero en cualquier caso, me gusta más que pienses en tú y yo como un nosotros.
-Álex..
-¿Sí?
-Buenas noches.
-Made for angels.-Susurró Álex en un perfecto inglés.
-¿Qué?
-Hecho por los ángeles.
-¿Qué está hecho por los ángeles?
-Este momento.
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