viernes, 25 de mayo de 2012

Capítulo 32 - Ya no lo sabía.

Lo derrotista que era el mundo desde que Alex se despertaba hasta que anochecía. Días después del incidente con Sophí, Alex le había pedido que por favor se fuera de su casa, y que lo dejara respirar un poco. Dijo que estaba confuso, mintió. Sabía perfectamente que no había ninguna duda. Cristal era su único amor, después de tanto tiempo con Sophí no había podido amarla, besarla, si quiera hacerle el amor sin pensar en Cristal por un segundo.
A su mente llegaban flashes momentáneos dejaban un rastro de olor a canela. Ni la bebida, ni siquiera algo de marihuana pudieron evadirlo de el dulce sonido de su risa.
Entre los flashes de Cristal se colaba el de la discusión con Sophí sobre cómo había sabido cómo empezó la historia. La respuesta fue un gran estacazo, un golpe duro en la parte izquierda del pecho. Ingrid. Según Sophí Ingrid se lo había dicho todo. Y tal y como estaba, odiaba el mundo. Solo pensaba en recuperarse cuando escuchaba su risa. La sonora risas de Cristal, eran dulces, siempre divertidas enigmáticas, un rayo de sol en cualquier momento. Y en lo segundo que pensaba era en Ingrid, ella era su mejor amiga, su pirata. ¿Dónde estaba ahora? ¿Por qué le contó la verdadera historia a Sophí y no a él?
Alex yacía en el sofá mirando la televisión sin ningún programa especial. Su mirada estaba distraída del mundo, sus manos, sobre sus rodillas, esperaban atentas algo para gesticular, sus piernas lo esperaban para salir corriendo.
Algo le llamó la atención, un anuncio. Uno de aspiradoras, decía que podía recoger cualquier tipo de residuo. Desde papelitos hasta cualquier cristal. Al segundo se escuchaba un cristal caer. Esa era la señal, el tiro que daba el inicio a la carrera.
Si la vida iba a pasar por su lado, por lo menos le encontraría con las cartas sobre la mesa. Enamorado de Cristal. Luchando por ella. Viviendo cada segundo como si fuera su última oportunidad.
Sacó el móvil, llamó a su padre.
-¿Papá?
-¡Hola pequeño!
-Escúchame, papá he encontrado a la mujer de mi vida. Es increíble, tiene coraje, rudeza, es una contestona, buena, simpática y preciosa.
-Sí, Sophí es muy guapa...
-¿Sophí? Sophí no, papá. Cristal.
-A ver, a ver, me he perdido.
-Sophí es un capítulo de mi vida, Cristal es el libro entero.
-¿y entonces me llamas porque...?
-¡Porque dejo esto! Me voy a España. Me da igual todo lo demás.
-No puedes hacer eso. No todavía...
-Papá, imagina a mamá, cuando os conocisteis. Tienes una oportunidad. Una sola, para enamorarla.  Imagina ahora tu vida sin ella, ¿Qué serías? Nada. Tú no eres sin mamá, y mamá solo es contigo.
-Pero, pero. ¡No!
-No me importa lo que digas, ¿No lo entiendes? Eso es que nunca has amado como yo lo hago ahora. Si dejo que ella siga mi vida se irá con ella, papá. Moriré, no literalmente.  Moriré por dentro.
El padre de Alex respiró muy fuerte, se secó una lágrima.
-Ve, te encontraré sustituto. Era una sorpresa pero en un par de meses abren el primer hotel en España.
-¡Gracias, gracias, gracias!
Se levantó sientiendo en cada uno de sus poros una sensación que no sentía hace mucho. Esperanza.
No puedo evitar sentir que por fin era libre de una pequeña cárcel de cristal que él mismo se había impuesto.  Miró a su alrededor, no había nada que quisiera llevarse... Quizás sólo el Ipod para escuchar algo de camino. Automáticamente puso una canción que hacía tiempo no escuchaba. "Always, Bon Jovi" Y por primera vez sintió que cada letra de cada palabra le sacudía la carne y le calaba en los huesos. Las lágrimas de sentir algo tan sumamente fuerte iban cayendo, resbalando, estampandose contra el suelo. Salió por aquella puerta de madera de caoba, y cuando hubo estado fuera se giró. Ya nada lo ataba a esa casa, nada lo ataba a ese país. Y si Cristal no se mudaba allí, nada jamás lo haría.

Cristal y Lucas caminaban por la acera de Joaquin Sorolla cuando una chica joven, de unos 17 miró con una cara extraña a Lucas. La chica que caminaba rápido paró en seco, lo miró más detenidamente. Después miró a Cristal, y ella jamás se había sentido tan incómoda ante una mirada tan escrutadora. La chica era de altura media, tenía un rubio precioso, similar al dorado cenizo, los ojos delataban que estaba enfurecida, asombrada, y un poco triste, el color verde intenso de estos delataba cualquier emoción. Sus labios eran recogidos y rosa chicle. Su ropa aunque dejaba poco a la imaginación tenía un estilo que carecería en otras personas. Su perfume olía a un cargado melocotón.
-¿Luis?- La chica parecía muy segura de su pregunta, pero tenía miedo de confundirse o estaba insegura porque le temblaba mucho la voz.
-¿Qué?-Lucas empezó a temblar entero, mirando a Cristal con el rabillo del ojo. Completamente paralizado. Sin saber qué decir.-Ah, hola. Este no es un buen momento.
Cristal que estaba anonadada viendo la escena como desde su sofá reaccionó al ver que se saludaban con dos besos.
-¿Cómo que Luis?- La chica miraba desafiante a Cristal, y esta evitaba su mirada para no sentirse incómoda de nuevo.
-Puedo explicarlo...
-¿Qué tienes que explicar, Cariño?-Aquella chica comenzó a ponerse nerviosa.
-¿Cómo que cariño, Lucas?- Y Cristal aun más.
-¿Cómo que Lucas?- Desde fuera la escena era bastante cómica, hasta el momento en que la chica le dio un guantazo a Lucas.
-¿Pe,pero qué haces?- No obtuvo respuesta, aquella chica se giró y se fue. Andando con rabia, pisando con fuerza, y moviendo el trasero con contundencia. -Lucas...¿¡Quién era esa!? ¿Y Luis?
-Puedo explicarlo.
-No lo dudo.
Lucas todavía seguía con la mano en la cara mirando a la chica girar en la esquina más cercana. Cuando giró, él miró a Cristal y se encontró con sus ojos incrédulos esperando una respuesta. Por suerte el móvil de Lucas comenzó a sonar, no le importaba quién fuese, pero aunque fuera una compañía telefónica aceptaría la llamada.
-Es,espera cariño, ahora vuelvo.
Cristal rendida ante la poca importancia que él había dado a ese acontecimiento se sentó en el suelo, con las piernas estiradas juntas, y bebiendo un frapuccino de caramelo que tenía en la mano.  Desde lejos no se escuchaba la conversación, pero sí se veía como Lucas estaba alucinando con lo que el emisor le decía.
-¿Rubia?
-Mira Luquitas, he terminado con Alex, o más bien él conmigo, así que lo más seguro es que irá a ver a tu chica.
-Bueno, pues seguramente ya no sea mi chica.
-¿Qué has hecho? Recuerda que te pago por esto...
-Sí, bueno, me pagas... ¿O pagabas? Recuerda que en los dobles e-mails te enviaba que me enviaras el dinero pronto, que escasea cada vez más.
-Jajaja, así me gustas más, espabilado. Pues si quieres que te pague estos meses tendrás que evitar a Alex. ¿A qué correo electrónico te lo mando? Porque para fingir que la amas y ya no quieres trabajar para mí no tiene mucho sentido que te envíe la foto de el amor de su vida..
-Tienes razón, me parece una gilipollez tener dos cuentas... No tiene la contraseña de ninguna, pero bueno... Aunque esté la foto no la verá.
-Dame tu contraseña, por si acaso nos pillan, me meto y borro todo.

De lejos Cristal escuchaba palabras sueltas como pagabas, e-mails, o foto. Cosa que le parecía normal teniendo en cuenta en su trabajo.
-Vendetta.
Esa última palabra podía se un amplio abanico de cosas, entre otras, el tema de la sesión fotográfica. Pero algo que no lograba localizar entre el corazón y el estómago le decía que no. Que esa palabra era importante. Aunque cuando Lucas se acercó la sacó de su mente y se levantó con los brazos cruzados.
-Vamos, vamos, ¿Te vas a comportar como una niña? Venga Cristal... Confía en mí.
-Confío en ti, pero no soy tonta. Dime por favor ¿Quién era esa chica, por qué la has disgustado tanto? ¿Por qué te ha pegado un guantazo? ¿Y por qué te llamaba cariño, y Luis?
-Esa chica no es más que un ligue de una noche en una discoteca. Todavía tú y yo no nos conocíamos, así que no te preocupes... Es solo que le dije que me llamaba Luis, y la llevé a casa de un amigo. Porque desde un principio esa chica, Ainara, tenía cara psicópata. Y como íbamos muy borrachos me hizo prometer que la llamaría.
Aunque Cristal no quería reconocerlo la historia más que desatar celos, había traído consigo una ola de tranquilidad.
-¿Cuánto hace de eso?-Preguntó algo divertida
-Un año, quizá un poco más, cuando cumplió los 18. Fui su regalo ¿Sabes?- Lucas se mordió el labio inferior y la atrajo a sí, cogida de la cintura. -¿Crees que fui un buen regalo?
-Sin duda, el mejor de todos. -Rió Cristal.

Helena llamó a Ingrid, hacía bastante que no hablaban, así que pensó en que un viernes por la tarde sería el mejor momento.
-¿Hi, ciao, hola?
-Mmm...¿Bon dia? Jo ,tía yo también quiero aprender idiomas...
-Eres rubia, no puedes.
-Vete a la mierda.
-Te quiero.
-Y yo. -Ambas rieron contentas, con una conexión que desde luego no era normal entre dos amigas cualquiera. Si no entre muy buenas amigas.
-Antes de que te enteres por otras personas, ¡Tengo novia!
-¿Sí? ¿Cómo es?
-Pues muy muy guapa, y , aunque no te lo creas, ¡Tiene el pelo de un rubio casi blanco!
-Ahora sé por qué está contigo.
-Calla rubia.
-Como tu novia.
-Te odio.
-Ven a demostrarmelo.
-No tardaré. No, ahora en serio, quiero veros. Hablar con Cristal, conocer a Ismael, y reírme de ti, por supuesto... ¿Cuándo podría ir sin que os molestara?
-Cuando quieras... Pero creo que no encontrarás todo lo que viste en un principio. Cristal y yo seguimos siendo muy amigas, pero cuando estamos juntas a veces viene Lucas y...
-¿Y qué? El cabrón fue Alex, por lo menos eso parece, así que... Mientras que no sea otro rubio.
-¡Qué pesada!
-Quizás. Bueno, he pensado en ir la semana que viene, un par de semanas, solo para enseñarle a Lorenna Valencia, y a mis valencianos favoritos.
-Seré una gran guía.
-Eso espero.
-Oye, Helena, cariño, tengo que dejarte, es lo que tenemos las super héroinas, muchos líos.. Un beso, y hablamos en esta semana, ¿Capicci?
-In spanish, please. Un besazo.
 ¡Una semana! Y podría volver a verla. Helena admitió ante el espejo que nunca pensó que congeniara bien con una chica de diferente diversidad sexual, no por el hecho de serlo, si no por el hecho de gustos. Como por ver un chico por la calle y ella no poder comentar lo atractivo que era, o al revés con ella. Pero cuando conoció a Ingrid todos estúpidos prejuicios se fueron a un margen. Una amiga era una amiga, aunque tuviera diferente diversidad sexual. Eso no importaba. Por eso la quería tanto, había comprendido que el amor no tienen ningún límite. Ni siquiera el de ella, y el de su chico.

Ya noche bien entrada Lucas recogió lo que había encima de la mesita baja que estaba en frente del televisor. Todo menos el portátil. Y con una sonrisa en los dientes se metió en la cocina a preparar algo que "esté riquísimo porque mi chica lo vale".  Cristal miraba algo en la tele, pero realmente no se enteraba de nada, escuchó cómo el agua del grifo disimulaba todo lo que ella hiciera.
Buscó en el portátil los archivos llamados "Vendetta" , "Vendeta" y por último y medida desesperada puso "Bendeta". Nada de nada, intentó recordar algo más de la conversación...
<<Foto, pero no, no eso no era... Pagaba también, pero no tampoco... E-mail... ¡E-mail!>> Como un rayo busco el MSN, al mirar las cuentas que estaban guardadas vio dos.
Lucas_1381988@hotmail.com Y otra que la dejó un poco contrariada.
Luis_LL_1381988@hotmail.es.
Probó con la primera, pero la contraseña salía como incorrecta... Cuando fue a probar con la segunda Lucas cerró la puerta de la cocina. Rápidamente Cristal cerró todas las ventanas, y miró atentamente la pantalla, hasta que Lucas , o Luis , ya no lo sabía entró por la puerta de su comedor.



2 comentarios:

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  2. ¿Lo vas a seguir? Llevaba mucho tiempo sin entrar y al ver que estaba el mismo capítulo me he desilusionado :( Me encanta ♥ :)!

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