jueves, 8 de diciembre de 2011

Capítulo 24 - Hola guapo, no he podido evitar mirarte.

Sophí tras todo el ajetreo tuvo un rato libre, una media hora quizás.
-¿Lucas? Ven a por mí, estoy en el hotel.
-Okey, no tardo nada, pero ahora estoy con Cristal.
-Inventate cualquier cosa, pero no tardes.
-Vale, rubia peligrosa...
En menos de diez minutos Lucas estaba al lado de Sophí.
Ambos sabían que era la despedida, y querían que fuera la final... ¿O no?
-¿Así que lo has conseguido?
-Sí, bueno... Y tú a la tuya, ¿No? Hay, si no estuviera Álex de por medio, que pronto te hubiera tenido junto a mí.
-Quizás sí, pero no ha sido así. [...] ¿Le quieres?
-Mucho, y eso me asusta. ¿Y tú?
-Bueno, todo lo que me trae son cosas buenas ¿No?
-Sí, pero ¿La quieres?
-Joder, rubia, que sentimental estás. Pues sí, la quiero y mucho, pero quizás no me arriesgaría a que me hiciera daño si no fuera por ti.
-¿Un último beso?
-Yo tampoco deseo volver a verte jamás.
Se besaron, y la pasión le salía de los poros, del fuego en sus ojos, de la forma en la que las manos de Lucas tocaban el trasero de Sophí y lo acercaban hacia él, la forma en la que ella lo aplastaba contra sus senos sin pudor alguno.
-Tengo que irme, adiós rubita. Mi chica me espera.
-Y mi chico a mí, por cierto... ¿Ella como está?
-¿Te importa?
-No de la forma que se supone que tiene que importar.
-Entiendo... Pues está mal, por supuesto, pero va a mejor.
-Normal, teniendo a Luquitas ¿Quien no?
Lucas sonrió picaramente, salió de allí, pasó por una tienda de ropa.
-Hola, oye pretendo hacer un regalo, y no sé exactamente la talla de la chica ¿Qué puedo hacer?
-Pues más o menosde la 34 a la 38, si tiene de 15 a 18.
-Muchas gracias.
Escogió un pantalón vaquero azul con decolorados y rotos y una camiseta marrón normalita. 28,90 €.
Fue a casa y le entregó la ropa a Cristal que andaba con una camisa suya que le venía tres tallas grande como mínimo, estaba muy sexy.
Al entrar Lucas quedó pasmado con ese cuerpo, esas piernas tan bonitas como había imaginado.
-Te he comprado esto, para que cuando vayas a tu casa tu madre no te haga preguntas incómodas.
-Oh, muchas gracias.
Se fue al baño y allí se cambiaba mientras hablaba con él.
-Oye, tenemos que hablar lo que tenemos...
-¿Qué te parece amigos con futuro?
-¿Eso es que te puedes acostar con quien quieras?
-Bueno, en un principio sí. Yo desde que te conozco lo he hecho con una chica, pero hoy hemos decidido no vernos más.
-Seguro que ha habido polvo final.- Dijo como broma, pero en realidad los celos la comían por dentro.
-Siéndote sincero, un par de besos, y un poco de magreo, pero ahora solo estás tú.
-¿Y debería sentirme afortunada?
-No, al contrario. No sabes la que te cae encima.
-Tú tampoco lo sabes.
Salió vestida y peinada, parecía haber estado horas para hacerse ese peinado desenfadado y tan natural, sin embargo había tardado 5 minutos si llegaba.
-Estás preciosa.
-¿Sí? Pues esto es cuando no me arreglo.
-Lo que más me gusta de ti es la humildad.
-Y de ti la sinceridad gratuita.
-¿Esta es nuestra primera discusión de pareja?
-No, de amigos con futuro. Adiós, nene.
-¿Dónde vas?
-Con un amigo... Pero este no tiene futuro, tiene presente.
De repente sin saber por qué Lucas se enfadó mucho, quizás demasiado para ese comentario inocente.
-Espero que no sea  Álex.
-Vete a la mierda.
Salió de allí corriendo, llorando, por un rato había olvidado a Álex. Aunque siendo sincera consigo misma, sentía un dolor dentro de ella increíble, pero la rabia y esa gran atracción la habían llevado a Lucas dos segundos después de romper con Álex. Sentía que con ello jodía a Álex y al mismo tiempo que saciaba su sed de Lucas, aunque desconocía si ésta tenía fondo.
Sus lágrimas recorrían todo el trazo de cara que no había sido surcado, las gotas caían según ella andaba. Pero no era nada en comparación con lo que le esperaba.

Álex estaba sentado en el avión contando en su mente todas las cosas que tenía que hacer. Las primeras Catorce eran olvidar a Cristal, otras Catorce querer a Sophí con más intensidad de la que quería a Cristal y las dos que quedaban para treinta eran pedir un deseo en la Fontana de Trevi,  y comer un poco de helado italiano, aun estando en invierno él lo necesitaba. Uno con alcohol, olvidar era su propósito, aunque no aun no llegaba el fin de año. Sophí apareció a su lado, había olvidado que ella fue al baño.
-Cariño, ¿Cuándo lleguemos, qué haremos?
-Pues no lo sé. Sophí, yo aun necesito un tiempo para pensar.
-Sabía que era demasiado bonito para ser verdad.
-¿Qué? No, no es un adiós.
-Eso dices ahora.
-Quiero empezar de cero, currarme que te enamores de mí, y que te curres enamorarme. Quiero mirarte de nuevo con la ilusión del primer día de novios.
-¡Por mí perfecto! ¿Entonces, ahora qué?
-Amigos, amigos con futuro.
-¿Seguro que habrá futuro?
-Todo tiene que surgir, que fluir...
-Habrá futuro. ¿De cero?
-De cero.-Sonrió Álex. Sophí era tan diferente a antes, y no estaba mintiendo, simplemente era diferente. Humana, por decirlo así.
-Está bien, juguemos con tus normas.
Se levantó hacia la azafata, escribió en un papel y le pidió que lo llevara hacia él.
"Hola guapo, no he podido evitar mirarte. ¿Y tú a mí? Ven a los baños a responderme."
La azafata al leerlo rió, no iba a ser ella la que prohibiera sexo en un avión. Al entregárselo a Álex, éste sonrió y se dirigió hacia los baños.
-Hola, rubia. Yo tampoco lo he evitado. Quiero decir, no he querido evitarlo.
-Sé que puedes mirarme aun de más cerca.
-¿Delante de todo el mundo?
-Está libre.-Comentó señalando la cabina de los servicios. Entraron, como una leona a su presa ella se lanzó sobre él. No era el amor, ternura que sentía con Cristal. Pero tampoco faltaba tanto, la pasión, la lujuria, la sensación de no ser consciente de lo que hacía, todo, le acercaba más y más a ella.
Su perfume, esa mirada, esos labios que devoraban tu voluntad y se la comían sin la más mínima prudencia, esas manos, esas kilométricas piernas, ese pelo que se movía sensual, esos pechos y ese trasero. Todo, era como una trampa. Un tipo de arenas movedizas, pero en vez de sucio barro, dulce y sabroso chocolate.
Ella se contuvo pese a que el placer que Álex le aportaba era superior al de cualquier otro. Intentaba que no pareciera tan complacida, sin embargo apenas podía, y él estaba disfrutando verdaderamente. Descargaba toda su rabia,  y al mismo tiempo sentía como ese veneno dulce se adentraba dentro de él, como su piel le ataba con sensual lazo de seda. Cuando acabaron, su situación no fue incómoda. Al contrario, se sentían mejor el uno con el otro. No habían consumado ningún amor, pero sí habían desatado esa nueva sensación que para ellos no tenía nombre. Ambos sentían esa complicidad, esa atracción. Aunque ella estuviera realmente enamorada, todo pareció distinto desde aquél momento.
-Tengo que confesarte algo.-Confesó Sophí horas después de estar volando sobre los países cercanos.
-¿A quien has matado?-Rió Álex.
-Sé que apenas te conozco, pero debo avisarte de que no soy ni puta, ni casta.
-Menuda novedad, creía que eso había quedado claro.
-Me refiero a que no solo ha sido contigo.
-Como ya sabes, yo también he mantenido relaciones sexuales con otras, entre ellas mi ex.
-Entre los míos, un chico del que me despedí apenas hace unas horas.
-¿En España?
-Sí.
-O sea que te tiras a otro, mientras que me dices que me quieres. Muy... Muy demostrativo lo tuyo.
- A ver, tengo que decirte que han sido dos, y para empezar podía hacer lo que yo quisiera. Aunque claro, tú te podías tirar a la niñata esa, y yo como una monja.
-Ya empezamos, Cristal  y yo... Bueno nosotros...
-No hay vosotros, ya no, joder Álex, tú te has tirado a una, y yo a otro. Punto. Además hemos empezado de cero, se supone que hoy es el primer día que nos miramos. ¿No es cierto?
-Sí, tienes razón, perdona.
                                                                           [. . .]
Al llegar a casa Cristal se encontró varios policías en la puerta. Llevaba dos días sin aparecer por casa, y no sabía nada de lo que había pasado allí. Al entrar se encontró a un policía haciendo fotos a todo.
-¿Qué ha pasado? ¿Y mi madre?
-Su madre falleció ayer.
-¿Qué? ¡No! -Rompió en lágrimas, se quedo tirada en el suelo, agarrada a la alfombra del salón. No podía creerlo, no quería creerlo.
-Lo siento, señorita. Ha sido una causa natural, por un motivo u otro el corazón se ha parado mientras ella dormía...
-Mi padre ha muerto hace dos meses, no hace falta que use paños calientes, ya no.
Sus ojos se vaciaron. Completamente, Cristal había desaparecido. Sus lágrimas no paraban de caer y caer.
Se dirigió a un bar, allí comenzó a beber y beber. Tequila, absenta, vodka, blanco, rojo, negro, rosa, azul de todos los colores. JB, Whisky , Cazaya, Coñac... A punto del coma etílico. Bailó en mitad del bar, un grupo de borrachos se acercó a ella.
-¡Menuda morena más sexy!
-Ven aquí nena, que te voy a dar hasta lo de tu prima.
Les miró con miedo, la palabra violación se puso en grande en su cabeza. Se desmayó. Al despertar Lucas cogía su mano.
-¿Có-cómo me has encontrado?
-Eso da igual, pequeña.
-Mi madre ha muerto.
-¿Qué? Cariño, lo siento mucho. Lo siento por haberte dicho esas cosas feas antes, no las merecías, han sido los celos, sé que no son argumentados, pero tengo miedo a perderte.
-Ahora no importa.
-¿Quieres venir a mi casa a dormir?
-Sí, gracias.
Pero no durmió , estuvo llorando sin parar toda la noche, y Lucas estuvo a su lado, ayudándola. Hicieron noche de chicas, por llamarlo así, le hizo contar todas las cosas que la entristecían, reír, comer chocolate, y masajes. Hubo mimos, y mucha mucha ternura. Al final de la noche, por qué no decirlo, al principio del día quedó dormida aunque seguían cayendo lágrimas mientras soñaba.

2 comentarios:

  1. Me encantaaaaaaa! Sigue eee, y que dure mucho.. Pero como nada es infinito, te pido por favor que cuando se acabe esto empieces otro blog, que si no me muero.

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  2. Me encanta el blog, los textos y las fotos son muy significativas, es muy original!:)
    pasate por mi blogg!!:)
    www.beeninadream.blogspot.com
    felicidadees porr el blogg^^

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