jueves, 27 de octubre de 2011

Capítulo 17 - Su mejor amigo, en su hermano, en su tesoro.

El viaje para Ingrid y Alex fue como todos, rutinario incluso, pero la adrenalina que a Alex le provocaba que su mejor amiga y su novio se conocieran hacía todo aun más divertido. Sin embargo unos poco metros más atrás, Sophí estaba casi vomitando de lo ajetreado que era el camino, parecía que no para quien no seguía a nadie. No quiero decir que hubiera muchas limusinas, pero sí, que ellos habían salido más tarde, porque a Sophí se le había corrido el rimel, y lo había dejado en la maleta. ¡Estaba claro, ¿No?! Cómo iba a hacer su malévolos planes si no iba cómoda con su maquillaje, con su aspecto. Era realmente imposible, aunque tan solo lo era para Sophí.
Fueron unos 15 minutos de viaje. Unos 15 minutos en los que Cristal esperaba sentada en esas escaleras que habían antes del pabellón.
Miró los SMS una última vez. ¿Debía contestar? ¿Y si lo hacía, qué debía decir? 
<<Si todo fuera un poco más sencillo, si no quisiera tanto a Alex, si no me gustase Lucas...>> 
Al momento se sintió avergonzada de su pensamiento, y fingió para sí misma olvidarlo, y comenzó a escribir un mensaje: 
Lucas, puede que te guste mucho, pero ahora estoy manteniendo algo con un chico. No sé el qué es, ni si durará, pero ahora no siento que deba hablar contigo.
No pudo enviarlo, sintió que no era todo lo que quería decir. Y antes de que pudiera llamarlo, o pensar en otra forma para expresar lo que decía apareció una limusina. Una limusina negra y larga, preciosa, de una buena marca, y con (creo que como todas las limusinas) los cristales ahumados. 
Eran Alex y Ingrid, abrieron la puerta de atrás y de allí salió él. Tan guapo, o más, que siempre. 
Al salir, la luz tenue del sol lo atravesó, e hizo que sus ojos fueran de un marrón traslucido, que llamaba más la atención que si fueran verdes o azules. Ella sonrió, no pudo evitar sentir que si Lucas pasara por allí no podría evitar mirarlo por un instante, y de nuevo, ese sentimiento horrible que la impregnaba y robaba su sonrisa : Culpabilidad.
Se mordió el labio inferior acto seguido, se levantó e intentó ver cómo era aquella chica que iba con Alex. 
-Hola mi amor.
-Hola cariño -Un tímido beso rozó los labios de Alex, pero pese a que fueras muy rápido el calor de los labios de Cristal quedó durante más de dos segundos en los suyos. - ¿Vamos?
-Claro, vamos. -Y entonces susurró - Estoy un poco nerviosa, ya sabes... Por Irene.
-Tranquila, guapa, no pienso morderte. Me llamo Irene, y tú, sin duda alguna eres Cristal. Me alegro mucho de conocerte. -Alex la fulminó con la mirada, y Cristal se dio cuenta. Eso provoco un poco de risa, pero aun así, Cristal estaba tan nerviosa que temblaba. - Le he prometido a este tonto, que no te haré un tercer grado, así que si tú me lo pides la promesa se anula... - Sonrió. Era guapísima, una cara muy dulce. Una sonrisa blanca y con los dientes en su sitio, de pequeña habría llevado aparato. Tenía el pelo muy muy liso, y negro, lo tenía estilo melenita, con flequillo. Cristal hubiera tenido celos de no haber sabido que Irene era lesbiana, aunque quizás eso hubiera sido algo muy egoísta.
-Bueno, ¿Qué tal el día, preciosa?
-Bien, he visto a Helena, una amiga mía.
-¿Es guapa? - Río Irene, a la que le encantaba dramatizar su homosexualidad, ahora que hablaba de ello con toda la naturalidad del mundo, después de que le costara años "salir del armario" todos el mundo se sentía orgullosa de ella por ello, había soportado mucho y eso la hacía  grande, la hacía una chica increíble.
-Sí, muchísimo. Es rubia, de ojos marrones, alta, esbelta, tiene un buen cuerpo. Y es muy simpática, inteligente, sabe escuchar y un largo etc...
-Buah, rubias no. I hate barbies. -Hizo una mueca de sacar la lengua de asco y prosiguió -Tengo malas experiencias con las rubias. No te lo tomes a mal, pero, no me van.
-Bueno, ella es más de castaños.
Todos echaron a reír, y de la nada Irene se puso a mirar por la ventana nostálgica. Recordaba su historia con Sophí, como la había manipulado para que ella quedase en ridículo por sus preferencias sexuales, como le hacía la vida imposible día tras día en el instituto. Como la miraba con asco. Y sonrío, recordó que Alex estaba con ella, y sin embargo se convirtió en su mejor amigo, en su hermano, en su tesoro. Y por más que ella luchó por separarlos, Alex jamás dudó sobre su amistad. Después su cara se ensombreció, recordó La Noche, aquella que acabó con todo, que le hizo pensar en el suicidio, aquella que fue la peor de todas las noches de su vida.
Empezó a recordar con imágenes como en las pelis.
Allí estaban Alex y Sophí besándose, y abrazándose, en esa fiesta. Recordó también como iba vestida, unos pantalones rosa palo largos, y una camiseta blanca con escote, estaba preciosa e ilusionada, y solo había una razón : Virginia. Llevaban chateando semanas y esa chica le gustaba, le gustaba de verdad. Y habían quedado esa noche, pero no la encontraba. Al verla, su cara se iluminó, y su piel se erizó. Era rubia con el pelo hasta la cintura, con unos tacones hasta el sol y con una mirada que enamoraba.
-Hola Virginia.
-¡Ah! ¡Hola Cariño! ¿Vamos fuera a...? -Sus cejas se alzaron levemente y le salió una sonrisa sutil.- A hablar, por supuesto.
-Claro.
Cuando salieron fueron andando hasta un banquito, y se abrazaron, tranquilamente, sin prisas... Al recordar esto, frunció el ceño. Después fueron a una habitación, a fuera había demasiada gente para hablar:
-Mira Virginia, me gustas mucho, de verdad. Y creo que...
-Jajajajajajajajajajaja-Risas por todas partes, pero a la que más se le escuchaba era a Sophí- No creo que a su novio le guste mucho oír todo esto...
-¿Qué?
De repente llegó un chico, y se empezó a besar con Virginia, con SU Virginia. Ella quedó paralizada ¿Todo esto una broma? ¿Todas esas palabras?
Entonces Virginia la miró comprensiva.
-Lo siento era la prueba de iniciación para entrar en las blondies.
No podía decir nada, le hubiera gustado tanto morir en ese momento de algo de lo que fuera, pero no fue así, todo el mundo la fotografió, y se rió de ella, nadie le tendió una mano.
Hasta que Alex subió buscando a Sophí, debían volver a casa ya, entonces lo vio todo, los miró con furia como si realmente odiara a toda esa gente, como si no se lo esperara de ello. Entonces Alex hizo algo que nunca se arrepintió de haber hecho. Entró abrazó a Irene y la besó, luego miró a Sophí.
-Prefiero irme con ella esta noche. A simple vista es mucho mejor que tú.
-¿Qué dices, Alex? Es una bromita de nada.
-Ya, pues lo mío también.
Miró a uno de los chicos que tenía al lado... -Tío ¿Llevas precauciones?
-Sí, pero con esta no te van a hacer falta.
-Lo sé, a ella la quiero. Te lo digo por si te surge con Sophí, más vale que te lo pongas, porque es capaz de pasarte de todo.
Todo el mundo se silenció, Irene lloraba de rabia, pero Alex la abrazó de nuevo y le prometió :
-No voy a dejar que se salgan con la suya. Eres mejor que todos, olvídalos. Me importas mucho, tesoro.
Durante mucho mucho tiempo Sophí y Alex no se hablaron, a pesar de que ella siguiera queriéndole. Hasta que un día subió a youtube una disculpa para Irene y reconociendo ser varias palabras. Se auto ridiculizó por amor, y eso hizo que Irene le aconsejara a Alex que volvieran.
Después de recordar aquel episodio de su vida comenzaron ha hablar todos juntos. Parecía que todo iba como la seda, y recalco parecía.

En otro lugar de esa ciudad.
Lucas estaba leyendo las facturas, y sumándolas. No tenía ni para una entera. Estaba completamente arruinado, ¿Qué había pasado? ¿La bolsa? ¿La crisis? Ni lo recordaba, pero después de que su tía estubiera ingresada, todo iba fatal. Sus cuentas, sus relaciones, su vida. ¿Qué había sido de ese chico ambicioso, de es que sonreía cada día con mayor ilusión? ¿Donde estaba?
-Seré el de antes. lo sé. -Se prometió susurrando ante el espejo- Solo necesito algo de tiempo, algo de dinero... Algo de todo lo que no tengo.
Se paró a pensar en Cristal, en el móvil que le había regalado. No era una recién comprado, no. Era el suyo y se había comprado uno de esos que parecen ladrillos. ¿Le mandaba un SMS ahora?
Realmente era lo único que lo mantenía a flote... Entonces escribió :
Echo de menos ver tu cara, ¿De algún modo, eso se podría arreglar no crees? Un beso; Contesta. 
Se terminó el vaso de JB que tenía en la mano izquierda, y se tiró al sofá. Se durmió. 

En un taxi más que asqueada estaba Sophí, con unas gafas que le tapaban la mitad de la cara, y el pelo alborotado de lo mal que conducía el taxista. Vio como la limusina aparcaba, y como bajaban los tres. Sonriendo. Eso le molestó mucho más de lo que se esperaba.
-¡Pare! 
-Está bien. Son 20 con 50. 
-Tome. - Sacó un billete de 50 euros de su monedero, y se lo dio sin mirarlo. No conocía bien la moneda española, pero le daba igual lo que valiese.- Quédese con el cambio.
-Gracias.
Entró en la cafetería, un Sturbucks, no muy grande, pero era lo que había. Se intentó escabullir, y sacó del bolso un perfume con olor a fresas. Lo odiaba. Así que sabía que si olía a eso no sospecharían de que estaba allí.

Mientras que Irene pedía su frapuccino, Alex y Cristal se miraban encandilados el uno por los ojos del otro.
-¿Estás bien?
-Sí, es majísima.
-Lo sé, tiene el sindrome de patito feo.
-¿Qué?
-Pues que de pequeña se metían con ella, entonces desarrolló una personalidad lo sufienciente llamativa como para caer bien pese a su aspecto, aunque precisamente su aspecto nunca a sido un problema.
-Pobre, no lo habrá tenido fácil.
-No, la verdad.
-Pues es preciosa, ten cuidado a ver si me va a robar, eh.
Se echaron a reír, entonces sonó un SMS en el móvil de Cristal. Su risa se desvaneció, y paso a ser una cara de terror inigualable.
-¿Es el tuyo o el mío?
-El mío- susurró.
Por suerte en ese instante entró Irene riéndose a carcajadas y explicando que era porque le había dicho un piropo a una dependienta y esta de los nervios se le había caído el café. Pero que como le había dado pena, pagó los dos.
Cristal mientras tanto leyó el sms, decidió no contestar, ahora sabía lo que quería. Estaba segura... No, no lo estaba. Pero tenía que evitar pensarlo mucho. Dejó su móvil encima de la mesa.
Y conversaron hasta las 8 de la tarde, entonces se levantaron dispuestos a irse, cuando Irene se quedó paralizada. Sophí pensó <Me han pillado... Genial> Pero Irene pasó la mirada de largo, y vio a una chica que le sonaba muchísimo. No sabía de qué. Así que se acercó con Cristal y Alex a hablar con ella.
Sophí divisó que algo quedaba en la mesa,  y fingiendo ir al baño recogió el móvil de Cristal.
Corrió al baño, allí el móvil hizo aviso de otro SMS :
Tengo una idea, quedamos mañana a las 7 : 30 en el C.C. Aqua. 
Una increíble puerta se había abierto ante Sophí, ahora podía descubrir lo de Lucas, y mostrarselo a Alex... ¿Porque era eso lo que iba a hacer, no? 

10 comentarios:

  1. ¿Pero tú como puedes escribir tan bien? :$

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  2. ME CAGO EN TODO YA EH! no puede ser normal que escribas tan bien ¬¬ anda que me pasas algo haber si me ago famosa yo lalala jajajajajaja (L)
    te amo nena, vas a llegar lejos, lo sé :)

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  3. ¡QUE BELLEZA! me encanta*-* Dios bendiga esa tú manera de escribir que éxito wao, continúa así núnca jamás cambies nesos para ti(k.

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  4. puaff increible no tengo palabras para describir estooo ess preciosoo me enkantaaa espero ke sigaiss escribiendo ke me e kedaoo to pillaaa y necesitoo leer mass estasss historiaaa soy ss unoss crakk
    besoss

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  5. Me encanta el blog, nosé como puedes escribir asi de bien y sobretodo cosas tan bonitas ensero los capitulos son geniales y cada vez me estoy enganchando más :) Gracias por haberme pasado la dirección por el ask porque me encanta, un besito ^^

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  6. Holaa!
    Me gusta un monton tu blog :)
    si te aburres algun dia o algo xD lee el mio te dejo el link
    http://setumismasiemrpre.blogspot.com/
    GRACIAS ;)

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  7. PORFAVOR ! Aclárate , Irene o Ingrid ? :$

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  8. Lo siento mucho, es que me confundí y aun me confundo, pero eso fue un GRAN lapsus jajaj :$

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