lunes, 29 de agosto de 2011

Cute Italy, (Cápitulo 2)

Y se marchó, cualquiera lo habría dicho, si se le caía la baba por esos ojos marrón claro casi dorados, ese pelo oscuro, esos labios rosados y esa piel ni clara ni oscura. Cuando llegó a la otra parte de la fuente, sacó la cámara, e hizo alguna que otra foto.
De repente el objetivo de la dichosa cámara se centró en un joven chico, un chico guapísimo, un mequetrefe estúpido, que estaba buenísimo, y para colmo quería una velada a su lado, porque una sera es una velada. Sí, lo había buscado en su mini diccionario para el guiri, como decía ella.
No pudo evitarlo, una foto, dos, tres y así hasta 14 por lo menos. Salía bien en todas, con su perfecta sonrisa. Ya era la hora del almuerzo, y en Italia nada como un "gielatto" por supuesto de stracciatella.
En una de las fotos lo había visto entrar en una heladería, pero no salir. Y la tentación pudo con ella, fue a la heladería "gelato en trevi". Nada más entrar él estaba cogiendo un refresco en la nevera de la izquierda. Tan guapo, tan perfecto. Fue a por el helado, no demasiado caro por cierto, sonrió cada segundo, quería que él la mirase, y al mismo tiempo quería parecer indiferente. ¿Le gustaba? No, eso no podía ser. Lo odiaba haría 45 minutos. Aunque a veces esas cosas pasaban así ¿No? Pero, no, no podía ser. Se sentó en una mesita de la terraza, ese día pese al calor y la abundancia de gente estaba abierto. De la nada unas manos desconocidas le taparon los ojos.
+¿Quien sono yo?
-Mr. mequetrefe estúpido...- Dijo en bajito.
+¿Quien?
Quitó las manos de sus ojos.
-Tú.
+Per suposto. Dammi la mano.
-¿Para qué? - Su tono no era precisamente el más propicio y su mirada tampoco, pero aun así se tragó su orgullo lo suficiente para tenderle la mano. Él sacó una pulsera de su bolsillo trasero, era muy bonita, tenía monedas pequeñitas de 1 céntimo con un agujerito en medio y la cuerda era de todos los colores de blanco a negro, pasando por verde azul rosa rojo amarillo naranja morado...Todos los colores.
Se la colocó.
+Pulsera de sogni... Per cumplirlos. ¿Capicci?
-Sí, gracias... ¿Co-como lo has sabido?
+¿Qué?
-Es igual.
Se abrió una amplia sonrisa, solo ese chico tubo la posibilidad de contemplarla. Pues dicen que la mayoría de las sonrisas que tenemos en nuestra vida son parecidas, pero que 7 veces esa sonrisa cambia, por algo, algo mágico. Y él contempló esa sonrisa, que jamás se repetiría.
Su mirada se posó en la suya, jamás recuerdo haber vuelto a ver una mirada igual, solo en ellos, daba la sensación de que el mundo no estaba, como en esas obras de teatro en que se enciende un foco y por más que haya alrededor no se ve.
No podía creerlo, un chico al que no conocía, del que solo sabía que era amigo de los golpes, y que era un chico perfecto donde los haya. Él poco a poco se acercó a ella, muy poco a poco, y ella a él, parecía que iba a estallar la pasión en cualquier momento, sin embargo:
-Bella, incontreremo di nuevo.
La besó en la mejilla, y se marchó con sus amigos.
Ella lo comprendió. Cogió la vespa alquilada, y se dirigió al foro romano, más y más fotos... Agotada, porque recorrer medio Roma cansa, fue al hotel. No paraba de morderse el labio inferior, de sonreír como una tonta, y pensar un "Qué pasaría sí... "
Qué pasaría si nos volvemos a ver, qué pasaría si nos besamos, qué pasaría si es él.

6 comentarios:

  1. me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :$

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  2. ¡Es preciosoooooooooo! *____*

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  3. Me encantaan todaas Gracias por agregarme en tuenti guapa :D !

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  4. Sin comentarioos vayaa ! Preciosoo ! (L)

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  5. Me encanta! Se ve como poco a poco se va formando una unión especial entre ellos, es muy bonito :)

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